.:La leyenda de Hoffnung:.Nuevo rol!! Apuntaos!!

Marcus

En cuanto llegue a casa comence a guardar todas las cosas en la bolsa de tela. Pensaba irme mañana por la mañana, y sabia que a mi tio no le haria gracia, y que no estaria de acuerdo, y hasta podia atarme a la silla para que no me fuera, pero lo habai decidido, no pensaba pasar ams tiempo aqui, cerca de todo, cerca de ella...
Por la mñana fui a despedirme de mi tio, y pase bastante tiempo hablando con el, pero luego tuve que ir al castillo, tenia que hablar con la reina, dejar mi puesto en el castillo y comunicar mi traslado, esperaba no encontrarmela por los pasillos...

Invitado

e.

cuando cai del caballo me lastime un poco una pierna y trate de levantarme, pero no pude. mierda. murmure para mi misma ¿que aria ahora, estaba cansada, me dolia el cuerpo del golpe, la pierna me dolia mucho mas, no paraba de llorar, y el frio era grandisimo, estaba helada. y lo pero de todo pronto se darian cuenta que no habia pasado la noche en el castillo. tenia que hacer algo. pero no podia.
bastante despues pude escuchar el sonido de alguien que pasaba. me lleve una mano a la boca para no gritar del susto y el miedo, pero pronto la quite, me daba igual quien fuera, necesitaba ayuda y no podia quedarme alli. me puse la capa por encima para que no me conocieran si era alguien del castillo.
-ayuda- grite- por piedad del señor ayudenme. - pero no era un enviado del señor quien aparecio entre los arboles, sino mas bien alguien que queria separarme de el, marcus

Marcus

Mientras caminaba hacia el castillo, pensando en que decir, o en que excusa poner para irme del reino escuche a alguien gritar. Corri hacia donde creia que venian los gritos y cuando llegue la vi en el suelo. ¿Acaso esto era una señal divina para quedarme?... pues sie ra una señal divina me la tomaria como, ''vete sin despedirte de nadie y sind ecir nada''...
Me acerque a ella y me agache a su lado - ¿pero que te ha pasado? - pregunte en un tono frio, neutro y mirandole con el ceño frunciddo - ¿esque no sabes estar un dia sin ahcerte daño o ponerte en peligro? - le dije mientras le intentaba ayudar a levantarse.

Invitado

e.

se agacho a mi lado en lugar de alejarse, y no supe que decir. ¿que mas le podia decir? que no volviera a dejarme? que me abrazara...? no podia hacerle eso, no podia dañarlo mas de lo que ya le habia echo. lo mire a los ojos.- losiento - murmure, no sabia si me disculpaba por caerme del caballo, por todo lo que dije esa noche o por todo lo que habia pasado desde que nos conocimos- ¿me ayudas a montar? podre llegar sola al catillo, pero es que no puedo subir- dije mirando mi pierna[u]

Marcus

No respondi a su losiento y cuando me dijo si la ayudaba asenti, tampoco sin hablarle. Pase uno de sus brazos por mi hombro y la ayude a levantarse - No hay tiempo de buscar tu caballo - le dije dando unos pasos - el castillo no esta lejos, te llevare en seguida - y cogiendola en brazos comence a caminar hacia alli - pero procura taparte y yo procurare que no nos vean... no quisiera que te vieran con un campesino - dije con maldad y sin mirarla, aunque no queria que no vieran mas por que no me creerian si decia que me ahbia encontrado a la princesa herida en el bosque... seguro que pensaban que yo le habia hehco algo...

e.

no, para sueltame. - trate de que me soltara, no podia llevarme al catillo y menos en brazos- para ya puedo sola, marcus por piedad, dejadme aqui, no, no... no podeis entrar conmigo, ya deben saber que no pase la noche en el castillo, si me ven con vos... te mataran- y yo no habia roto en mil partes mi alma haciendo que me odiara para que ahora por una pierta herida lo mataran por tonto, pero no me soltaba. pedi perdon a dios silenciosamente por lo que iba a decir- si mi prometido se entera que vos me habeis tratado con tanta confianza os matara, y tras vos morire yo, porque si no me mata mi futuro esposo- cosa que no era cierta pues aun no estaba prometida con nadie- me mataran las mujeres del pueblo, por dejarlas a todas sin amante

Marcus

No hice caso a sus peticiones de que la dejara en el suelo, ahroa mismo mi cabeza estaba en otro lado y no pensaba dejarla montada en un caballo y con una pierna rota. Pero cuando me dijo lo de su prometido fue como si me volvieran a clavar una espada. Me pareen seco y la deje en el suelo, sin mirarla a los ojos.
- Le ruego em perdoneis, no era mi intencion tocarla... ni mucho menos ofenderla. Espero transmita mis disculpas a su prometido por haberla cogido con tanta confianza - dije como si de un poema recitado de memoria se tratase - le ayudare gustoso a montar en su caballo, espereme aqui... - y fui a buscar su caballo. Cuando lo encontre y agarrandolo de las riendas lo lleve hasta ella - si me permite, le ayudare a subir al caballo - dije como si tuviera un nudo en la garganta, hablando con la voz algo estrangulada.

e.

perdonadme vos- dije mirandolo cuando me ayudo a montar al caballo. ya estaba cansada de todo, de ser princesa, de mentir a quien queria y de que ambos estubieramos asi. no queria dejar de quererle, no queria odiarle, queria que volviera a brazarme, que volviera a besarme- esta noche e dicho demasiadas cosas, que debi callar, pero al igual que a vos mi orgullo me puede, y me duele que hagan daño a lo que quiero, comprender que todo esto lo hago para proteger lo que quiero, del mimso modo que vos protegeis lo que os importa, como vuestros soldados, y amigos,- dije sintiendome no una niña como hasta ahora, sino una mujer, iba a frontar mi destino, si, pero con las consecuencias, y no dejaria que el sufriera por mi, aunque eso agrabara mi pena- sois un buen amigo y un buen hombre, se que eso os ayudara a comprender. cuidate y no dejes que vuelvan a hacerte daño- puse en marcha al caballo, galopando hacia el castillo, a unos metro mire hacia atras para volver a verme. no me esconderia al llegar al castillo, todos sabrian que no habia pasado esa noche alli, y la siguiente noche la pasaria en el convento de santa maria, si entregarle mi amor a el supondria un castigo para alguno le entregaria mi vida a quien asi lo habia dispuesto. pues dios me habia querido como princesa y a el como campesino

Marcus

No le respondi, ni dije nada mientras ella me hablaba, ni si quiera la mire. Sabia que si lo hacia no seria capaz de irme de alli nunca. Y eso solo empeoraria las cosas, solo haria que volvieramos al rpincipio... pero siempre con el mismo final.
Cuando llegue al castillo y despues de hablar con la reina, de despedirme y de poner la escusa de mi huida fui un momento al patio de armas, necesitaba una mas... un entrenamiento mas.
Saque mi vieja espada - te echare de menos - comente mientras acariciaba la hoja de esta. Me quite la camiseta y mire un momento la cicatriz que tenia en mi vientre, el dia en que me clavaron aquella espada... Sacudi la cabeza para no pensar en eso y comence a luchar contra el maniqui, un enemigo inerte en el que ahora centraba toda mi hira, destrozandoloe, acabando con el, como si fuera mi pasado... Solo queria hacer que desapareciera.

e.

entre al castillo y todos me miraban. pero mantube la cabeza alta hasta que encontre a mi padre, que tan solo verme ve dio un guantaz tirandome al suelo.
-sucia ramera barata ¿donde has pasado la noche? ¿quien es el bastardo que se atrebe a estar con mi hija como si no fuera mas que una puta?
- estube sola padre, sali a cabalgar y me cai del caballo
- mentira- dijo dandome otro golpe, las lagrimas vinieron a mis ojos- has desonrado a la familia, no me llames padre, tu ya no eres mi hija, mi unico hijo murio hace ya mucho.
-padre dejadme...
- callate. esta a sido la ultima vez que te has reido de mi, dios sabra por las camas de cuantos has pasado- sus palabras eran golpes para mi, golpes que sabia que recibiria y que aun asi dolian mas que lo que me habia dado en el rostro- e mandado un mensajero al combento de santa manria, ya que ningun hombre te querra despues de las habladurias que habra sobre esta noche no voy a tenerte aqui, te marchas ya, tus baules estan cargados en un carro. bueno solo uno, alli no necesitaras mas que el habito y el rosario- sentencio- yo sali corriendo, necesitaba irme de alli en cuanto antes, una de mis damas me acompaño al carro, encima no me dejaban ir a caballo, tendria que ir encerrada en un carro y sola... en cuanto cerraron la cortina mi mundo acabo, en unas horas estaria en el combento entregada a la oracion y tal vez podria cuidar las plantas del jardin. abri un poco la cortina para que entrara un poco de aire, pero no valio de mucho pues lo unico que consegui era verle alli, estaba en el castillo. el solo hecho de verle termino con todo, era mejor asi, al menos el estaria vivo

Marcus

Era media tarde y yo llebaba una bolsa cargada al hombro cuando echando una ultima mirada la pueblo, con un suspiro y montando mi caballo me aleje de alli. Tenia pensado alistarme en el ejercito de otro pueblo, vivir un poco una vida sin restinciones o ataduras. Vivir mi vida de una vez. Y comence a hacerlo, luchando en batallas, acompañando las noches de algunas jovenes, haciendo amigos en todas partes, y enemigos en cada esquina.. pero por fin sentia que estaba viviendo una vida, mi vida.

e.

el convento era hermoso, pero no dejaba de ser una fortaleza en la que estaba prisionera. los primeros dias solo podia llorar, y es que era el unico modo de sobrevivir, llorar hasta cansarme y no tratar de aguantar las lagrimas que me quemaban mas por dentro que cuando salian. poco a poco las hermanas y la madre superiora, una mujer muy anciana, que me recordaba a mi habuela y era tan dulce como ella comenzaron a ayudarme, me hacian salir al jardin para pasear, y poco a poco las fuy conociendo, las mañanas las pasabamos orando y algunos dias ayudaba en la coina, tambien en el gardin y con las gallinas, pues todo lo que comiamos en el convento lo cultibabamos o recogiamos nosotras. el invierno paso frio, el mas frio que recordaba, pero con la primavera la sobrina de la hermana piadosa de los remedios mando un mensaje desde el castillo cercano, iba a dar a luz un pequeño niño o una hermosa princesa, fuera lo que fuera naceria con su destino marcado, la hermana ya estaba mayor y no podia viajar sola, me pidio que la acompañara y la madre superiora nos autorizo a ir, caminando se tardaba solo un dia, por lo que al amanecer emprendimos el camino hacia el castillo, caminando despacio por la anciana mujer. caminabamos por el camino que atravesaba el bosque algo desconfiadas, era tierra de nadie, y normalmente acampaban vandidos y rufianes, entre los arboles, yo rezaba porque no nos atacaran ninguno

Marcus

Habia salido de caza temprano con varios compañeros y amigos, que habia conocido en bares o en batallas. Pasamos toda la mañana detras de un jabalí batante escurridizo, aunque no nos importaba demasiado, era agradable ir con amigos. Pero entonces lo localice y con los animos de mis compañeros sali corriendo detras de el entre risas. Lo vi desaparecer entre unos arbustos. Sonrei y cogiendo mi arco, con una flecha ya preparada me interne entre los arbustos, pero al salir de ellos apareci en un pequeño camino donde se encontraban dos monjas. Las mire sorprendido y en seguida baje l arco que las apuntaba.
- Mis disculpas - murmuré sin saber muy bien que decir o hacer, y preocupado por si apuntar con un arco a unas enviadas de dios era pecado...

e.

caminabamos por el camino cuando escuchamos el galopar de un caballo, era un bandido. enseguida aparecio un imponente caballo, acompañado de su jinete, nos amenazaba con un arco. la hermana piadosa pego un grito y me agarro fuerte el brazo, el bandido bajo el arco y se disculpo, la hermana aun no me soltaba, no devia confiar en que no nos hiciera daño. yo mire al hombre. era fuerte, imponente, se notaba por su cuerpo que era un gran gerrero. abiro los ojos desmesuradamente, no podia ser. iotra vez no. tenia que segir haciito que llevaba tratando de que no se me viera el rostro a adelante. puse bien el haby lo baje mirando al suelo.
-no importa hijo, no ha pasado nada- dije antes de empezar a caminar ayudando a la hemana. pero una sonrisa me acompaño, al menos sabia que estaba bien- pero no podrias alcanzarnos con ese arco ni aunque quisieras- murmure muy bajo, para que no me ollera, la hermana no me oiria, estaba sorda como un muro

Marcus

Me dieron ganas de reir ante semejante espectaculo. Nunca habia escuchado a una monja gritar. Desmonte el caballo y me acerque a las hermanas - perdonden mi intrusion, pero ¿que hacen por estos caminos? no saben, que son peligrosos? y mas en esta época del año - una de las hemanas me explico su mision y por que estaban alli. Yo asenti y en ese momento, mis compañeros llegaron hasta nosotras - ¿Por que no ahcen noche en nuestro pequeño pueblo? Va a anochecer, y a menos que les guste caminar a oscuar, creo que deberian acompañarnos. Pueden dormir en la posada, y nuestro cocinero hace la mejor sopa que podais imaginar. Incluso, si quieren, mañana varios de nosotros las acompañaremos a su destino. Ultimamente el crimen a aumentado en estas tierras - explique.

e.

cuando nos ofrecieron quedarnos con ellos y dormir en la posada me asuste, no podia saber quien era yo, y no no podia estar cerca de el sin volver a sentir antiguos sentimientos.
-gracias my lord, es muy amable, pero no podemos permitirnoslo, sera mejor que continuemos caminando.
-pero hermana, tienen razon, la madre superiora nos dijo que tubieramos cuidado, y la noche caera pronto
-pero...
-no hay mas que hablar hermana, nos quedaremos en la posada
suspire resignada, solo tenia que tratar de que no me viera, ni se me notara el nerviosismo

Marcus

Sonrei satisfecho cuando aceptaron - Muy bien - dije con un gesto de cabeza - mis amigos os llevaran - dije haciendoles un gesto para que suieran a los caballo. Me acerque a Alec, uno de mis mejores compañeros - llevalas a la posada, yo me reunire con vosotros mas tarde, tengo una cita con un jabali - Alec asintio sonriendo.
Me cerque a las señoras - un placer - dije con una pequeña reverencia, antes de cabalgar y perderme entre los arbustos, deetras de la que esperaba fuera mi cena.

e.

los hombres nos llevaron a la posada y la hermana se sento a descansar junto a la chimenea que aun no estaba encendida, pedimos un poco de agua y pan, y tras comerlo la hermana fue a la habitacion para descansar, yo le dije que iria a dar u npaseo, pero no iba a pasear, cerca de la posada habia un lago, necesitaba un poco de agua fresca. camine despacio. hasta que llegue, y me acerque para meter las manos y tomar un buen sorbo del agua, estaba fria pero llevaba todo el dia caminando y mis piernas lo agradecerian. me levante el habito y meti los pies hasta las rodillas... era estupendo, nunca habia tenido frio, no me afectaba, y el agua me gustana fria, me relajaba. volvi a la orilla y destape mi pelo, dejando que el aire azotara mi rostro. y tras meter de nuevo las manos en el agua las lleve a mi rostro. en ese momento senti un ruido, albguien se acercaba. sabia que tenia que salir del agua y volver a ponerme el habito sobre el peloy dejar de sostener mi falda para que cubriera los pies, pero me asuste y me quede alli parada con la falda aremangada, el pelo sin cubrir y suelto y metida en el agua hasta las rodillas

Marcus

Por fin cace al jabalí. Hoy habria una gran cena en el pueblo. Despues de dejar la comida en la posada, entre gritos de alegria y felicitaciones de mis compañeros, vi que solo habia una hermana. Pregunte a uno de los hombres por la otra, pero me dijo que no sabia dnde estaba. Frunci el ceño y sali a buscarla.
Depsues de un rato la encontre. Me acerque a ella - ¿Creias que no iba a reconocerte bajo el habito? - pregunte sentandome a su lado, pero men teniendo una distancia - reconoceria tu voz en cualquier parte. Aunque debo admitir que fue divertido verte, intentando taparte la cara y que no te reconociera... la mar de divertido - dije aunque sin sonreir - ¿por que estas aqui? y no me digas que por que tienes que ahcer de comadrona en un parto... ¿que haces vestida de monja?

e.

mierda, cuando lo vi aparecer me gire, pero despues de que me dijera que me habia conocido y reirse de mi me daba igual que me viera o no, pero yo era religiosa y cumpliria como tal. sali del agua cubriendome las piernas y tras eso me cubri el pelo y parte del rostro con el habito y me mantube depi econ las manos agarradas delante de mi cuerpo y a una distancia de el.
- despues de ver la vida de pecados y lujuria que me esperaria con cualquier barbaro decidi avandonarme en el convento,- le menti, tendria que confesar por ello.-estoy vestida de monja porque lo soy, y te agradeceria qu eno tomaras esas confianzas conmigo mi condicion de religiosa no me permite tanta confianza con hombres descarriados como tu. si me disculpais- dije andando erguida, pase por su lado en direccion a la posada- en el convento, solo la madre superiora sabe quien soy, alli solo soy una mas, y os agradeceria que no revelarais mi condicion ante la hermana piadosa

Marcus

- ¿me estas llamando barbaro pervertido? - pregunte levantando una ceja, con un tono de diversion en mi voz, aunque no sonreia. puse los ojos en blanco con lo siguiente que dijo - tranquila, aunque no lo parezca soy un hombre de fe, y por muy morboso que sea, no pienso tocar a una monja, ¿contenta? - No hice comentario alguno cuando dijo lo de hombres descarriados. La mire cuando paso por mi lado y me encogi de hombros - como tu quieras - le respondi ante lo de no revelar su identidad.
Cuando volvimos a la posada, tuve que aguantar algunos chistes de : ''que juntitos volviais tu y la hermana'' '' ¿como es montarselo con una monja? ¿algo celestial?'' y aunque mas de uno se llevo un puñetazo por los comentarios, no pude evitar reirme.
Despues de cenar me sentia aun algo vacio, y justo, como si dios hubiera escuchado mis plegarias aparecia Maria, la chica con la que ultimamente tonteaba. Se acerco a mi con una gran sonrisa, la cual le devolvi y cogiendola de la cintura la bese. Y abrazados seguimos con la conversacion que habia entre la gente de la posada.

e.

-no con lo de barbaro no me referia a ti, recuerda que no habriamos estado juntos- entre en la posada y el posadero me sirbio un poco de comida, le dije que no hacia falta, que ya habia comido un poco de pan y agua, pero insistio, asi que me quede en el lugar mas apartado de la posaba y comence a comer, estaba delicioso. evite escuchar los comentarios de los hombres, pues sus blasfemias eran injurias despiadadas, dios se apiadaria de ellos... una chica entro a la posada, su ropas eran pecaminosas, casi se veian todos sus senos, los hombres le decian barbaridades y a ella parecia no importarle, pobre chica los caminos del senor eran descarriados algunas vecespobre chica, era solo una niña. se acerco a el grupo de hombres donde estaba marcus, y tras besarle se abazaron como si de un matrimonio se tratara.
el dolor que creia olvidado volvio a amenazarme, pero el habia elejido eso, y yo ya no podia hacer nada. solo que no me quedaria para dañarme aun mas. me levante y camine despacio hasta la puerta, manteniendo la compostura.
sali a las caballerizas y mire los caballo, nunca habia sido una hermana ejemplar, pero nunca habia llegado a tales barbaridades como las que iba a hacer. cogi un caballo, no sabia quien era, y no lo robaba pues tras cabalgar un poco lo devolveria. m emonte como pude eon el habito y comence a galopar por el bosque, necesitaba volver a sentir el biento en el galopar, hacia mucho que no montaba un caballo, y casi no recordaba que era lo unico que me calmaba. llegue a un claro y me baje, mire unas flores iluminadas con la luna, eran hermosas, la pena era que las bañaban mis lagrimas, ¿porque lloraba ahora? tenia que aguantar todo aquello, mañana llegaria al castillo, ayudaria a dar a luz a la sobrina de la hermana piadosa y volveria al monasterio, reclusa de la fe de dios. pero aun asi no podia parar de llorar, saber todo eso no calmaba mi dolor, casi lo hacia aun superior

Marcus

Fui el unico que la vio irse y por un momento estuve tentado a ir, pero me quede donde estaba. ¿Que iba a hacer? ¿seguirla? ¿y despues que?... Sacudi la cabeza, cada uno habiamos elegido nuestra vida, y ella ya era mayorcita de hacer lo que quisiera. Y si le daba por irse en mitad de la noche con un caballo a hacer dios, nunca mejor dicho, sabe que pues era su decision.
- ¿En que piensas? - me preguntó Maria antes de besarme. Yo la mire unos instantes y negue con la cabeza - en que esto se ha vuelto un muermo - le dije viendo a algunos de los hombres ya borrachos. Ella sonrio y cogiendome de la mano me levanto - pues vamos a animarlo - y asi, de la mano, me condujo a una de las habitaciones de la posada.
'si, Maria era la chica con la que queria estar', pense mientras nos tumababmos en la cama, dispuestos a pasar la noche juntos. Y yo deseé que la sensacion de vacio se fuera durante esos momentos, aunque sabia que jamas se iria.'

e.

la noche cada vez estaba mas entrada en la madrugada y yo seguia alli sentada sin pensar en volver, la hermana dormia siempre como un tronco, no se enteraria de que yo no estaba, ahora que lo pensaba nadie lo sabia podia irme, desaparecer, buscar cualquier pueblo y trabajar como campesina, . la idea me hizo sonreir, y me tumbe en la hierva soñando despierta, podia ser libre. hacer pan, podia aprender a acer pan y vivir asi, tal vez algun dia encontrare esposo, y me casare, y tendre niños, la imagen se iba formando en mi mente, dejandome llevar por ella, la casa, el pan, marcus... ¿marcus? ¿porque el aparecia como mi esposo? so no podria ser, ya no, nunca. pues del mismo modo que yo habia decidido escapar el habia decidio, no sabia bien el que pero algo habria decidido.
el sol me descubrio aun tumbada sobre la hierba, con las ropas nojadas del rocio y los huesos helados por la noche. mire al caballo que se habia tumbado bajo los arboles en algun momento de la noche. no queria volver a la realidad aun lo dejaria para cuando el sol empezara a calentar

Marcus

Me levante temprano, y despues de asearme me vesti y cogi mi caballo. Antes de salir con las hermanas, ese nombre se me hizo raro, me apetecia dar una vuelta, además asi reconoceria el terreno, y miraria si habia posibles vandidos.
Mientras galopaba tranquilamente, inmerso en mis propios pensamientos escuche un relinchar de caballo y, bajandome de mio, camine hasta el lugar de donde provenia. Cuando llegue vi el caballo, y al verla alli tumbada repmrimi una risa. Me acerque sigilosamente.
- Vaya vaya... y yo que pensaba que eras mas lista y sabias cuidarte tu sola - dije apoyandome en un arbol, con los brazos cruzados - ¿he de suponer que no has dormido bajo un techo? - pregunte levantando las cejas.